TV

sábado, 18 de noviembre de 2006

TRAS LA MIRA


Supongamos que eres extraterrestre y te encuentras con un terrícola…sientes que tu seguridad disminuye, pero no vacilas!

Al rato, con el tacto de tus escamas y su deformado rostro, ambos cuerpos comienzan a fundirse, pero siempre habrá uno que a la larga absorberá al otro.

- Último día nadie se enoja! – fue la reacción del otro.
- Qué te has imaginado bastardo de mierda, no te das cuenta que somos de razas distintas! – le grité con toda mi fuerza en el tímpano.

En ese mismo instante se alejó de mí corriendo a una velocidad que jamás nunca habría imaginado. Obviamente no era la velocidad de la luz, pero perfectamente podría correr a M2.

El problema ocurrió cuando se dio media vuelta y con su rostro enfurecido, me miró directo a los ojos, respiró profundo y me apuntó con el dedo.

- En mi cerebro no cabe el perdón, no es comprensible! Una vez ya te perdoné, antes de que nacieras… - exclamo la criatura alejada de mí aproximadamente 345 km.
- Cuando Aqert te conozca, querrás haberme perdonado hoy – susurré (no había necesidad de rugir como esa bestia lo había hecho).
- Aqert es inferior, nunca será como Humgn – susurrando al mismo tiempo que el mío.
Y fue en ese preciso momento cuando logré ingerir mi último centímetro cúbico de aire en mis pulmones…ya era demasiado tarde para arrancar o, al menos, hacerle resistencia a la fuerza bruta en vida.