Esta mañana me subí a la moto y comencé a vivir el día más largo de mi vida. La juventud es un defecto que se corrige con el tiempo, fue lo primero que leí en un cartel publicitario mientras maniobraba en una curva.
Apagué la moto, abrí la puerta, encendí el computador y me senté a esperar. Y mientras esperaba, pensaba en aquella frase que acababa de leer. No se me borraba de la mente. Iba y venía, algo me molestaba de ella.
Porqué tenía que ser un defecto…? Con el café en la mano y la página Web de
Qué desastre!, no podía avanzar en mis tareas pendientes, en mi “to do list”. Para esta mañana había agendado reuniones importantes con clientes (no tan importantes), las que tuve que suspender porque realmente estaba incapacitado para interactuar con más personas. “El Ramificado” me debieron dejar por sobrenombre mis compañeros del colegio.
Todavía no termina el día y sigo pensando en esa célebre frase…qué día! La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla…EXPLÍQUENME como hacer eso!!!